Si una empresa desea crecer y ampliar su mercado más allá del nacional, tiene que tener la capacidad lingüística para comunicarse con sus clientes potenciales y enamorarlos para que elijan su producto y no otro.
La comunicación efectiva no solo tiene que ver con las palabras sino también con el significado y poder de estas. Para conseguir clientes extranjeros, basta solo con transmitir un mensaje en su lengua: hay que conocer sus necesidades e inquietudes.
Para llegar a ese punto de calidad, una empresa dispone de dos opciones: tener un traductor in-house o en plantilla, o por el contrario, externalizar los servicios de traducción (lo que se conoce también como outsourcing).

¿Cuáles son los beneficios reales de externalizar los servicios de traducción?
1. Reducir el impacto económico
Tener a un traductor en nómina implica una serie de gastos fijos: nómina, programa específico para ejercer su trabajo correctamente, seguridad social, etc.
Otro problema es que quizás en determinados momentos la empresa no disponga de un volumen de traducciones suficientes como para completar su jornada laboral. En este dilema, tendrán que buscar otros ámbitos en los que ocupe su tiempo o, por el contrario, ver cómo pagan horas en las que va a estar parado.
Al externalizar una traducción, esto no sucede ya que solo se solicita la prestación de una agencia o plataforma como blarlo en aquellos momentos en los que es realmente necesario. En estos casos, los traductores son autónomos y disponen de su propio equipo y programa. El cliente solo tiene que preocuparse de hacerles llegar todos los archivos y explicarles cuál es el objetivo de la traducción.
2. Disponer de una red de pares de idiomas más amplia
Normalmente, un traductor está especializado en un par de idiomas de los que traduce hacia su lengua materna. Si una empresa quiere que sus productos alcancen diversos mercados extranjeros, necesita que el mensaje se propague en cada una de las lenguas de dichos países.
Al externalizar las traducciones, tiene a su disposición tantos traductores como pares de lenguas existen. Sin embargo, un único traductor en plantilla no puede hacer frente a esta demanda.
3. Aumento de calidad en los textos
Además de una red amplia de pares de idiomas, otra de las claves para que las traducciones consigan mensajes potentes y efectivos es que su traductor esté especializado en uno o varios campos o disciplinas.
Esto supone que domine la terminología y conozca la forma más adecuada de adaptar el texto de partida a la lengua meta. Al subcontratar estos servicios, el cliente tiene a su alcance traducciones con una calidad excelente en cualquier sector.
4. Disponibilidad continua
Hay que tener en cuenta que un traductor en plantilla suele tener un horario fijo, vacaciones y días de asuntos propios. No podrá hacerse cargo de trabajos que surjan en fines de semana o festivos.
Al igual que hay rachas en las que la carga de trabajo es mínima, hay otros picos en los que este se dispara. Un traductor en plantilla no puede ocuparse de encargos urgentes si está completamente desbordado.
El outsourcing es un gran aliado en estos casos. Delegar en plataformas como blarlo, que cuenta con infinidad de traductores freelance muy cualificados, permite solicitar un encargo en cualquiera fecha del calendario y a cualquier hora.
Si quieres que tu negocio dé un salto internacional con una solidez que te permita establecer unos buenos cimientos, debes enamorar a tus clientes potenciales. Externalizar las traducciones de tu empresa te permitirá ahorrar tiempo y dinero. Además, podrás contar con una amplia red de idiomas y sectores diferentes. Con este sistema de trabajo no tendrás que escoger un único mercado. ¿Cuál es el modelo que encaja más con tu negocio?
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