Una traducción profesional ha de destacar por su exactitud en la edición y revisión. Para garantizar este compromiso de calidad, es importante que cada traducción pase por diferentes fases que puedan asegurar que un texto mantiene su forma, su sentido y su significado originales. En la etapa final, los procesos de edición y revisión son dos de los aspectos más importantes que hay, y suelen realizarse conjuntamente. Vamos a explicártelo.
¿Qué diferencias hay entre edición y revisión?
La edición podemos entenderla como el proceso destinado a mejorar la calidad de un texto. ¿Cómo funciona cuando se trata de un fragmento que ha sido traducido? Pues lo que se hace es buscar expresiones más adecuadas, términos más exactos o aproximaciones con mayor sentido al mensaje original.
Es decir, en esta fase lo que se busca es aumentar la calidad final para mejorar la comprensión o lectura del documento. En la revisión, sin embargo, lo que se persigue es otro objetivo.
La idea principal es encontrar errores que han pasado inadvertidos para corregirlos. Este es un trabajo meticuloso que exige observación par parte de quien lo realice. Esto es lo que te garantizará un trabajo correctamente revisado:
- Se subsanan los errores de traducción.
- Ante cualquier incoherencia o reiteración, se buscan otros términos más adecuados y que encajen mejor en el texto.
- Es la garantía de que un mensaje se traduce correctamente, atendiendo a todos sus posibles sentidos y a la intención del emisor.
- Es la última vez que se lee el texto antes de que se considere correctamente realizado. Precisamente por eso, es el momento perfecto para detectar los errores que, en la mayoría de los casos, pasan desapercibidos. De ahí la necesidad de que realice esta tarea un profesional.
- Se comparan el texto original y su traducción y se verifica que hablan de lo mismo y que comparten un mismo sentido.
¿Por qué es importante seguir estos pasos?
Las tareas de un revisor y de un editor son cruciales siempre que se quiera dar una imagen de profesionalidad. Piensa que los detalles cuentan, y mucho, a la hora de garantizar que un trabajo ha sido correctamente traducido. Un pequeño error puede tener consecuencias imprevisibles. Por ejemplo:
- Cambiar el sentido de una oración.
- Crear malentendidos entre ambas partes.
- Ofrecer una imagen menos profesional.
En todos estos casos, la imagen de tu marca u organización puede verse dañada. Y el objetivo que persigues puede terminar por no cumplirse. Por estos motivos, contar con una ayuda profesional es la mejor manera de garantizar la exactitud en el trabajo final. De ahí que te animemos en todo momento a contar con un equipo experto que te pueda ayudar a conseguir el resultado que estás buscando.
Ahora que conoces más de cerca estos dos aspectos claves en la traducción profesional, solo nos resta invitarte a contactar con nosotros para que te informes sobre estos servicios de traducción. En blarlo contamos con expertos que te ayudarán a conseguir exactitud en cada uno de los encargos que nos solicites. ¡No lo dudes más y llámanos!