Si quieres validar un documento oficial e internacional en tu país, es muy posible que te hayan pedido traducir la apostilla de La Haya. ¿En qué consiste? Se trata de una forma de reconocimiento para que este tenga carácter legal en todos los países adheridos al acuerdo. No obstante, si necesitas saber más sobre el asunto o quieres saber todos los pasos que tienes que dar, a continuación encontrarás todas las respuestas.
¿Qué es la apostilla de La Haya?
El 5 de octubre del año 1961 más de 82 países firmaron el convenio de La Haya con el objetivo de abreviar y agilizar la traducción y validación de documentos oficiales. Hasta ese momento, solo era posible por la vía diplomática consular, un procedimiento que requería de trámites mucho más largos y complejos.
A partir de ese momento, solo con la apostilla, todos los miembros firmantes reconocen y aceptan la validez jurídica del documento en cuestión sin que sea necesaria otro tipo de verificación. Físicamente, se trata de un sello que se sitúa al pie del escrito, aunque en ocasiones también puede situarse en la parte de detrás.
Aunque se da por hecho que el impreso tiene validez con este sello, si quieres usarlo en algún país donde no se hable el idioma del mismo, tendrás que solicitar la traducción del apostillamiento de La Haya a un traductor jurado. Aunque legalmente no es necesario, hacerlo te ahorrará muchos problemas y bastante tiempo para tener todos los papeles preparados y legalizados.
¿Qué documentos se requieren?
Para poner la apostilla de La Haya a tus registros oficiales no es necesario en sí que presentes ninguna documentación, sino que esta misma sea emitida por una de las instituciones oficiales que tienen capacidad legal de hacerlo. En España son el Colegio de Notarios, el Ministerio de Justicia o el Tribunal Superior de Justicia.
Por otra parte, si en el mismo momento en el que estás adquiriendo el documento tienes claro que vas a hacer la traducción jurada, es importante que esperes a tener la apostilla puesta. El contenido de esta última también tendrá que estar incluido en la traducción para que esta tenga validez plena.
Por último, te recomendamos que revises la validez de este sello en el país destinatario. Por ejemplo, en los países de la Unión Europea no es necesario en teoría utilizar la apostilla, sin embargo, algunas instituciones pueden solicitarlo, por lo que siempre te conviene confirmar con las instituciones a las que vas a preguntar la documentación antes. Además, ten siempre en cuenta que la apostilla lo que está certificando es la autenticidad del escrito en el idioma original. No obstante, este debería ser válido tal cual.
El precio de la traducción de una apostilla de La Haya no supone un incremento considerable, ya que está incluido en el total. De hecho, suele aparecer en varios idiomas, por lo que solo será necesaria si el país donde la vas a presentar no tiene como idioma oficial ninguno de los que están incluidos en el mismo.
¿Para qué se utiliza?
Ya te hemos explicado que la apostilla de La Haya sirve para dar validez a documentos oficiales, pero ¿cuáles son estos? Principalmente se trata de certificaciones públicas como:
- Judiciales: tipo sentencias, convenios reguladores y cualquier otro tipo de escrito que materialice el criterio de un juez, secretario o Ministerio Público.
- Administrativos, emitidos por la función pública. Ya sean certificados de empadronamiento, cuestiones relacionadas con el registro de la propiedad, etc.
- Certificaciones oficiales sobre documentos privados. Este sería el caso, por ejemplo, de los certificados de autenticidad ante notario u otras intervenciones de un fedatario público.
Por otra parte, no todos los escritos emitidos por organismos oficiales se consideran válidos o susceptibles de recibir el apostillamiento. Algunas de las excepciones a este tipo de validación son estos documentos:
- Consulares.
- Los emitidos por la entidad aduanera.
- Aquellos que, por convenios internacionales, estén exentos de llevar la apostilla.
- Certificados negativos de antecedentes penales y otros registros legales que vayan a ser utilizados como certificaciones en otros países.
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