El machine learning se ha convertido en imprescindible para la digitalización y para afrontar una nueva etapa en distintos nichos de mercado. ¿Te gustaría conocer cómo afecta su aplicación al sector de la traducción?
¿Por que es indispensable un traductor como apoyo al machine learning?
Seguro que ya sabes que el aprendizaje de las máquinas conlleva que sea posible automatizar algunas labores específicas, como, por ejemplo, la traducción. Un buen ejemplo de ello es el conocido traductor de Google que, ahora sí, interpreta la frase a traducir en su totalidad para ofrecer un resultado más fiable. Aun así, siguen faltándole dos aspectos que solo la traducción profesional puede aportar: la visión de conjunto y el análisis de los elementos que puedan alterar el significado real de la frase o el texto (ironía, doble sentido…).
Es decir, el sistema automático resulta eficaz para transcribir una palabra o un cartel en una calle, pero no para llevar a cabo una traducción profesional. Curiosamente, al ser conscientes de los posibles problemas que se derivan de su uso, los programas de traducción automática incluyen la posibilidad de valorar el resultado obtenido para ir perfeccionando el sistema, pero sigue habiendo lagunas que difícilmente se podrán llenar con un algoritmo o con un nuevo programa.
Los retos de los traductores
Las previsiones no son nada halagüeñas. Se estima que, en unos años, el 50 % de las traducciones que se realicen en el mundo se harán de forma gratuita, lo que provocará la pérdida de miles de puestos de trabajo. Entre los desafíos a los que se enfrentan los traductores, podemos mencionar los siguientes:
· Confirmar que la forma de descifrar patrones y de almacenar información de los traductores automáticos no es sinónimo de éxito al llevar a cabo una traducción.
· Especificar que las palabras no mantienen, como indican los creadores de estos programas, una relación matemática basada en el cálculo de probabilidades. Es esencial volver a valorar la libertad del autor a la hora de redactar un texto.
· No considerar la traducción automática como un enemigo, sino como una herramienta que puede ayudar, pero que ofrece un resultado que ha de ser complementado con la experiencia profesional de un traductor.
No podemos negar que ambas partes del proceso se retroalimentan. El perfeccionamiento de los programas de traducción puede ahorrarle trabajo al profesional, pero también los programadores necesitan de los expertos en la materia para seguir perfeccionando un software que lleva años amenazando la estabilidad laboral de los traductores sin conseguir alterarla a los niveles previstos.
De este modo, el machine learning ha venido para ayudarnos a mejorar las traducciones, sin embargo, no posee la capacidad necesaria para valorar los matices de cada frase. El objetivo a conseguir no es otro que el de seguir especializándose, formándose y adaptándose a las nuevas exigencias del mercado. Adelantarse a los posibles avances de los programas de traducción es siempre una buena opción. Mientras tanto, no olvides que, si quieres obtener un resultado óptimo, solo tienes que contactar con nuestra empresa de traducción. ¡Esperamos tu llamada!