Transcripción de audio

Transcripción de audio a texto: los pasos y la normativa a seguir

La transcripción de audio a texto exige una serie de cuidados y de precauciones para que el resultado sea, en cada ocasión, lo más fidedigno posible. Piensa que no solo consiste es escribir lo que se haya dicho. Darle la entonación adecuada y la escritura correcta serán también pasos fundamentales que influirán en el éxito de dicho proceso. Aquí te dejamos una lista con los pasos que hay que seguir y con los criterios de algunas de las normativas más fiables a este respecto.

Cómo llevar a cabo una transcripción correcta

Estos son los pasos que tienes que seguir:

Escuchar el audio atentamente

Antes que hacer cualquier otra cosa, lo ideal es ponerse el audio y escucharlo entero para identificar las partes del mensaje, el tono y otro tipo de elementos. Esto te ayudará a crearte una estructura mental que te facilitará posteriormente el proceso de transcripción. Anticiparás posibles problemas o partes ligeramente más oscuras del audio y tendrás recursos para enfrentarte a ellos.

Elige las abreviaturas pertinentes

A la hora de transcribir, te ayudarán a ahorrar tiempo. Por ejemplo, si se trata de un discurso económico seguro que se repiten en muchas situaciones diferentes conceptos propios de la materia. Pues bien, en lugar de transcribirlos, lo que puedes hacer es poner sencillamente sus siglas o una abreviatura para luego rellenar los huecos cuando revises el texto con más calma. De esta manera, no tendrás que estar parando el audio cada pocos segundos y podrás hacer el trabajo de una forma más fluida.

Realiza la transcripción

Probablemente, el resultado que obtengas tras dar este paso sea el de un texto largo y sin mucha estructura. Eso es lo de menos, lo principal en este punto es transcribir correctamente las palabras, identificar todo lo que se dice en el audio y reflejarlo con texto.

Haz las anotaciones pertinentes

Llega el momento de darle ritmo y entonación al texto en cuestión. Esta es una de las partes más importantes, ya que no es lo mismo hablar que leer. Uno, al hablar, no sigue muchas veces las diferentes pausas de la puntuación. Sin embargo, esto es algo que sí influirá mucho en un texto escrito. Por ello, presta especial atención a esta fase del proceso.

También puedes aquí ir puliendo alguna cosa más. En el caso de las entrevistas, por ejemplo, es habitual que las personas empiecen frases que luego no llegan a terminar, o que se expliquen con demasiadas vueltas y dificultades en determinados momentos. Puedes aprovechar para limpiar el texto siempre y cuando tengas la libertad para hacerlo. Si ha de ser una transcripción exacta, puedes saltarte este punto.

Incluye etiquetas

Los audios no siempre están totalmente limpios, y muchas veces presentan un sonido sucio en el que no se llegan a distinguir las palabras. Será tu misión el poner en esos puntos etiquetas como “inaudible” para que quien lea tu texto entienda ese tipo de huecos.

De la misma manera, a veces el tono de inflexión de la voz es un significante de importancia en el discurso. Cuando se dice irónicamente una frase, o cuando el orador pronuncia un chiste es importante señalarlo en la transcripción para que, quien la vaya a leer no se tome las palabras en un sentido literal. Estas son informaciones que solo se pueden adquirir al interpretar el tono de voz y que habrá que trasladar al papel.

Escuchar de nuevo el audio y leer el texto

Finalmente, bastará con revisar lo que se haya hecho y comprobar que cumple los estándares necesarios y que representa fidedignamente el audio en cuestión. Es un proceso sencillo que no debería revestir mayor dificultad. Si bien es cierto que también tiene ciertas normas.

¿Qué normas hay en la transcripción?

Dependerá de para qué se haga. Hay periódicos o medios de comunicación que, por ejemplo, exigen aplicar determinados criterios o procedimientos por parte del articulista. En el caso de las transcripciones científicas (sean del tipo que sean) es necesario que un revisor o corrector atestigüe que se ha realizado correctamente.

Las simples, por otro lado, sencillamente cuentan con algunas normas a la hora de realizar abreviaturas, anotaciones o de reinterpretar las palabras que se dijesen en el audio. Dependerá, en última instancia, del grado de profesionalidad que quieras aportar, así como de la importancia que tenga el documento final.

Nosotros te recomendamos contar con expertos correctores que puedan darte el visto bueno y ofrecerte una transcripción científica. Nuestro equipo, por ejemplo, te ayudará a conseguir este grado de perfeccionamiento.

Ahora ya sabes cómo hay que plantear una transcripción de audio a texto y cuáles son las principales dificultades de las que está revestida. Se trata de un proceso muy común en diferentes trabajos y, por lo tanto, hay que conocer en profundidad el mejor método de enfrentarse a ellas. Nosotros te ayudamos con todo lo que necesites, no tienes más que contactar con nosotros.

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