Traducción de cuentas anuales a inglés

Las cuentas anuales, como ya sabrás, son un trámite que debe llevar a cabo cualquier empresa de nuestro país. Y, de manera anual, tienes que entregarlas en el Registro Mercantil de la ciudad en la que esté tu sede. Es un trámite legal que no puedes obviar. Pero ¿qué pasa cuando tu empresa opera también en otros países? ¿Has de presentar allí esas cuentas? ¿En qué casos es necesario tener tus cuentas anuales en inglés? Te explicamos todo en este artículo.

Traducción profesional de las cuentas anuales empresariales

¿Cuándo se deben traducir unas cuentas anuales?

A la hora de medir el criterio de cuándo hemos de traducir las cuentas y cuándo no, has de fijarte en el tipo de operaciones que realiza tu empresa. Así, necesitarás traducirlas cuando existe una sede o una filial en el extranjero.

Has de saber que la presencia de empresas españolas en otros países no ha dejado de aumentar, incluso entre mercados que no son europeos. Especialmente en Reino Unido existe una relación comercial bastante estrecha con nuestro país.

¿Qué ocurre si tu negocio tiene una sede o una filial en un país extranjero? ¿Cómo has de presentar el documento? Pues el proceso es el mismo. Recuerda que tendrás que entregarlo en el idioma oficial del Estado en cuestión. No puedes hacerlo en todos los sitios en una lengua vehicular como el inglés. Este, por ejemplo, te valdrá para Estados Unidos, Reino Unido o Australia, pero no para Francia o Suecia.

Incluso si solo comercias con países de la Unión Europea, tendrás también que traducir los documentos, ya que todavía no existe una normativa común al respecto.

¿Y si el país con el que haces negocios tiene tu misma lengua? Si, por ejemplo, tu empresa tiene una sede en Chile, en ese caso puedes presentar el mismo documento en ambos Estados, ya que se habla el mismo idioma.

¿En qué casos hay que presentar las cuentas en otro país?

Tal y como te comentamos en líneas anteriores, tener una filial en otro territorio suele ser la razón principal. Sin embargo, no todas las empresas funcionan de la misma manera ni tienen los mismos objetivos. En ocasiones, pueden inscribir sus cuentas por estos motivos:

– Para poder participar en concursos de otro país. Así, si se está compitiendo por un contrato o una subvención, habrá que presentar dichas cuentas.

Si tu empresa quiere mantener el contacto con inversores extranjeros. Será una manera de captar su atención y de informar, al mismo tiempo, del avance del negocio. De este modo, podrán tener información fidedigna a la hora de invertir.

La traducción jurada de las cuentas anuales

Pongámonos en el caso de las sucursales y filiales en otras zonas del globo. Cada país tiene una legislación propia, y las sucursales, al final, acaban asumiendo cierta autonomía y competencias diferentes. Principalmente porque tienen que aprender a moverse en otro territorio. Por lo tanto, son motivos legales los que provocan que las traducciones de cuentas deban ser juradas.

Por traducción jurada se entiende aquella que posee carácter oficial o legal. Es decir, que cuenta con validez jurídica. En este sentido, la presentación de las cuentas anuales, al tratarse de un documento legal, necesitará de este tipo de traducción.

Estas traducciones habrá que hacerlas:

– En el momento de abrir la filial.

Cada año que esta permanezca abierta.

– En el momento en que intentes acceder a subvenciones o a concursos en dicho país.

¿Y la traducción en inglés?

Puede que tu empresa no tenga sede en ningún país de habla inglesa, pero te interese hacerla crecer a través de financiación internacional. En este caso, la mayoría de las compañías gigantes lo que hacen es traducir sus cuentas al inglés. ¿Quieres saber el motivo?

En primer lugar, les da una información de primera mano a todos los inversores o fondos de inversión interesados en apostar por las empresas con mejor proyección. Y, por lo tanto, aunque no operes en países de habla inglesa, te puede interesar ofrecer estas traducciones. De esta forma, tendrás la opción de competir en otros mercados.

Además, en este caso existe otra diferencia muy importante: no necesitas una traducción jurada. Basta con que un traductor formado y con experiencia pase tus cuentas al inglés. Y es que estas no tienen que presentarse en organismos oficiales de ningún país ni tampoco pasar por trámites legales. Por lo tanto, te puedes ahorrar la traducción jurada. Este será un documento que se elabore por voluntad propia, y ahí está su interés. Es más económico y te puede ayudar a conseguir inversión para tu marca.

En definitiva, ¿cuándo tiene sentido tener tus cuentas anuales en inglés? Pues cuando estés operando en países de lengua inglesa oficial (en cuyo caso será necesaria una traducción jurada) o cuando quieras captar inversores para tu empresa. ¿Te interesa? Pues entra en Blarlo.com y consigue traducciones de calidad.

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