¿Cómo redactar una ficha técnica de vinos?

Si tienes o trabajas en una bodega, probablemente sepas que la ficha técnica de vinos es especialmente importante. Sobre todo si son botellas que vas a exportar a otros sitios. El motivo es bastante intuitivo. A veces no hay oportunidad de mandar muestras para que los clientes lo prueben. Y en estos contextos, tener una buena descripción del producto facilitará mucho las cosas. Vamos a explicarte un poco más por qué cuidar este tipo de detalles en tu empresa.

El negocio del vino

La industria vinícola puede ser especialmente rica, si se trabaja adecuadamente. Muchos pequeños productores y bodegas independientes encuentran nichos de mercado en todo el mundo. Gracias a la fuerte cultura del vino que impera en muchos países, así como al uso de internet para vender de manera internacional, se pueden encontrar una infinidad de mercados en los que operar.

En este contexto, es interesante señalar cómo hay algunos países en los que nuestras botellas ya han ido abriendo un mercado especialmente próspero.

La internacionalización de nuestro vino

Si te mueves en la industria vinícola, es más que probable que estés al tanto del éxito que tienen nuestras botellas en otras partes del mundo. Sin ir más lejos, Asia es un mercado casi inabarcable que no para de demandar nuevos productos. Y, más concretamente, países como Japón y China están a la cabeza en importaciones de nuestra uva.

Japón siempre mostró un especial interés en lo español: desde las tapas al flamenco, nuestra cultura más típica ha ido calando muy bien en el país nipón. Y, más recientemente, China se ha relacionado comercialmente mucho con España. Lo que ha facilitado que también nuestros productos vayan entrando en su economía.

Aspectos a cuidar en la ficha técnica de los vinos

La ficha técnica será la carta de presentación de tus productos. Si hay una puerta de entrada que hay que cruzar para que en otros países se puedan vender tus botellas, es esta. Y estos son algunos de los elementos que hay que vigilar más de cerca.

1. Contar con una traducción nivel nativo

Obviamente, cualquier error o imprecisión en la traducción será imperdonable. De lo contrario, los potenciales clientes de otros países no van a animarse a probarlo de ninguna manera. Por eso hay que cuidar mucho este aspecto. Lo ideal es contar con profesionales que puedan ofrecerte una traducción nivel nativo. De manera que las ambigüedades, los errores o las imprecisiones no queden reflejadas en el texto final.

2. Saber resumir y explicar la información

Puede parecer una puntualización obvia, pero realmente no lo es tanto. Hay que tener en cuenta una cosa: es necesario adaptarse a la cultura comercial del país en el que quieras vender tu vino. Y esto pasa por conocer de primera mano a qué cosas le dan importancia y de qué manera lo hacen. También en la ficha puede quedar esto reflejado. ¿Vas a venderlo en nichos que buscan lo mismo en un vino que lo que buscamos aquí? ¿Le dan prioridad a los mismos aspectos? Mira primero fichas de productos locales para hacerte una idea de cómo gestionar la tuya propia.

3. La dificultad está en la descripción

Aquellos aspectos más técnicos (tipo de uva, tiempo de maceración, etc.) son relativamente sencillos de traducir. Principalmente porque no ofrecen casi ninguna ambigüedad. Ahora bien, a la hora de hablar del sabor o de explicar un poco las particularidades de cada botella, sí que se vuelve necesario hilar un poco más fino.

Esto pasa por ofrecer descripciones que tengan un punto memorable, y que puedan conectar bien con tus futuros clientes. Por lo tanto, trata de integrarte un poco más en su cultura, conocer sus inquietudes, sus referencias y qué están buscando. Cuanto mejor conozcas el mercado al que te diriges, mejor.

4. Diferénciate

Vamos ahora con un punto clave, más bien destinado a la propia narrativa de la descripción del vino. Piensa que competir en mercados internacionales puede ser complejo y trabajoso. La competencia será feroz. Tienes que enfrentarte a los productores locales y a todos los otros internacionales que tratan de hacerse un hueco en ese espacio. Y la mejor manera de hacerlo es diferenciando tu producto, exponiendo sus particularidades y convirtiéndolas en un valor añadido de tus propias botellas.

Esto es algo que también puedes reflejar en la ficha de producto. Y es importante que lo hagas. Tal vez en el trato de tú a tú puedas convencer a distribuidores de las bondades de tu producto. Pero al final, el consumidor final también va a hacer caso de esa ficha.

En conclusión, la ficha técnica de vinos es esencial para poder ofrecer un producto original a tus potenciales consumidores. Y, para conseguirlo, primero es necesario que cuentes con traductores profesionales que te puedan ofrecer el mejor servicio. Nosotros en Blarlo te ofrecemos un abanico de posibilidades que no te puedes perder, entra ya.

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