La traducción con ChatGPT ya es una realidad, aunque no está exenta de problemas o complicaciones. La cuestión ahora es calibrar hasta qué punto su uso puede ser más o menos útil a cada proyecto. En este artículo te queremos explicar algunas de sus oportunidades, pero sin olvidar cuáles son las sombras de esta IA.
¿Cómo aprovecharte del uso de ChatGPT?
Quizás pienses que una IA es una buena manera de agilizar el trabajo, y en algunas ocasiones es así. Ahora bien, has de entender que este tipo de tecnologías es una herramienta y, como tal, necesita estar en las manos de los profesionales adecuados para que se utilice de la forma correcta.
En cualquier caso, estos son los principales beneficios que proporciona ChatGPT:
- Suele proporcionar mejores resultados que los traductores automáticos, ya que a esta IA se le pueden dar indicaciones como el tono, el tipo de discurso o el contexto. Por este motivo, los textos que salgan se aproximarán mucho más al objetivo original que estés persiguiendo.
- Tiene la capacidad de ofrecer diferentes respuestas. Supón esta situación: necesitas traducir una pieza más subjetiva o artística (como un guion audiovisual), un proceso donde es posible aportar diferentes tonos al resultado final. Una IA, por ejemplo, puede ofrecer diferentes propuestas de traducción en función de las indicaciones que le mandes.
- Agiliza el proceso de cualquier traducción. Usado adecuadamente, ChatGPT se puede encargar de traducir grandes bloques de texto de una forma rápida y, en general, bastante efectiva.
Ahora bien, hasta aquí solo hemos visto la parte positiva de esta tecnología. Lo cierto es que ChatGPT puede resultar de ayuda en determinadas ocasiones, pero también presenta algunos inconvenientes que has de conocer.
Qué retos presenta el uso de ChatGPT
El principal error que se comete con esta herramienta se relaciona con el hecho de no entender del todo bien en qué consiste realmente. En este sentido, no es algo que, automáticamente, resuelva cualquier problema que se te presente. Actúa, al fin y al cabo, a partir de una base de datos y en función de unas indicaciones específicas que se le facilitan. No es una inteligencia autónoma como tal, por lo que necesita que un profesional de la traducción con conocimientos sobre ChatGPT la oriente. De lo contrario, el resultado puede ser contraproducente.
Además, esa base de datos sobre la que se trabaja funciona por ensayo y error. Es decir, si tú utilizas esa IA y pides traducir un texto a otro idioma, en dicha base de datos no habrá información sobre equivalencias culturales. Por ejemplo: si aquí hablamos de tortilla de patatas, quizás en Tailandia haya que hablar de pad thai. Ese conocimiento, al final es el que aporta un traductor profesional, que supervisa y orienta la capacidad de la IA.
Traducir con ChatGPT puede ser útil siempre y cuando los objetivos que persigas no sean sustituir el rol de un traductor profesional. Si quieres despreocuparte de este servicio, no tienes más que contactarnos. ¡En blarlo te ayudaremos en todo lo que necesites!