Quizás en más de una ocasión te has planteado por qué no son las máquinas las que llevan a cabo todas las labores de traducción. Y es que, hoy en día, teniendo diccionarios digitales y una programación tan precisa en los ordenadores, podríamos pensar que la traducción humana está en sus últimas horas. No obstante, tal y como veremos en este artículo, la realidad es muy diferente. Sí que es cierto que las máquinas intervienen en la traducción de textos, pero la labor de las personas en la posedición sigue siendo fundamental.
¿Qué es la posedición y por qué es imprescindible la traducción humana?
En primer lugar, queremos empezar explicando en qué consiste exactamente la labor de posedición. Cuando se trata de traducir un texto, es posible acudir a una traducción elaborada por una máquina y, a partir de este texto más digital, realizar una edición posterior que, por supuesto, es llevada a cabo por una persona.
Las máquinas resultan de gran utilidad pero, en el caso de los textos, es siempre fundamental que sean los seres humanos los que los revisen y los adapten al momento, a las circunstancias, al registro, etcétera. Es decir, por mucho que se perfecciona la labor digital también en la traducción, es inevitable que la asociación a un contexto en particular y a unas circunstancias concretas se realice por profesionales cualificados y con experiencia.
Antes de nada, puedes preguntarte a qué se debe el hecho de que cada vez haya más traducciones y que sea necesario el empleo de máquinas. Lo cierto es que, ante la perspectiva del mundo globalizado, se ha vuelto casi imprescindible traducir los textos a lenguas generales o a lenguas particulares de las diferentes regiones.
Como se busca que estas traducciones sean rápidas y, además, son numerosas, se utiliza la traducción automática de los ordenadores y después se edita por personas para mejorar aspectos particulares. Esta es la forma de conseguir un gran volumen de traducciones de calidad en un tiempo récord.
La enorme importancia de los profesionales de la traducción
Así pues, es posible que ya te estés imaginando que la labor de los traductores sufre un giro en este sentido. Mientras que antes tenían que preocuparse de buscar sinónimos precisos y elaborar una traducción de estructuras gramaticales bastante complejas, ahora han de ser capaces de adaptarse al contexto y a la esencia de los textos.
De esta forma, es básico que, entre otros factores, posean la capacidad de detectar sentimientos, ideas o apreciaciones más útiles que antes. Por lo tanto, es fundamental formarse continuamente y modificar la importancia que se le da en el currículo universitario a otros aspectos que, quizás, ahora han pasado a un segundo plano.
En definitiva, la posedición está a la orden del día y es una excelente opción, ya que ofrece gran calidad en un tiempo muy rápido. Si te interesa conocer más sobre estos servicios y cómo se realizan, no dudes en consultar todas tus dudas en Blarlo. ¡Estaremos encantados de ayudarte!