Aunque el español no es un idioma que haga un uso excesivo de las abreviaturas, existen varias y no están exentas de conflictos del lenguaje. La razón es que con frecuencia no se escriben correctamente. ¿Cuáles son oficiales? ¿Cuáles inventa la gente? Conoce con nosotros las ventajas e inconvenientes de las abreviaturas.
Inconvenientes de las abreviaturas
Existe una serie de abreviaturas recogidas oficialmente en la RAE y el principal problema que te encontrarás es que la gente no las escribe bien. Por ejemplo, la abreviatura de página es «pág.», pero muchas personas escriben, incorrectamente, «pg.». Otro error frecuente es olvidarse de ponerles el punto al final; el caso típico es «etc», en lugar de «etc.» (forma correcta). De esta manera, si la persona está escribiendo un texto formal, oficial, importante o de trabajo, al final terminará cometiendo varias faltas de ortografía. Estas quizá no se cometerían si no hiciéramos, a veces, un uso incorrecto de las abreviaturas.
También verás que otros colocan correctamente el punto, excepto cuando se trata del final de una frase, donde ponen doble punto: «Comimos, bailamos, nos divertimos, hicimos fotos, etc..«. Eso es otro error. Si una abreviatura como «etc.» cae al final de la frase, el punto de esta hace de cierre de oración (no es necesario otro).
A las faltas de ortografía debes sumarle otro problema común: la gente inventa abreviaturas, lo cual puede llegar a desvirtuar el lenguaje castellano. Podrías toparte con «q», en lugar de «qué»; «pr q», en lugar de «por qué»; «s» o «n», en lugar de «sí» y «no»; o «ads», en vez de «adiós». Mientras solo se usen en el ámbito informal, no hay problema. El inconveniente surge cuando una persona cree que algunas de estas formas no oficiales están aceptadas y las emplea en algún documento formal.
Ventajas de las abreviaturas
Lo cierto es que en las abreviaturas también encontramos algunas ventajas. La primera es que te ahorran tiempo y espacio al escribir. Son ideales también cuando tienes la necesidad de emplear varias veces una misma palabra a lo largo del texto.
Por otro lado, tienen la ventaja de que el lector siempre leerá la palabra completa, aunque la hayamos abreviado. Por ejemplo, si está leyendo en voz alta la palabra «adm.», pronunciará «administrador». Esto no ocurre, por ejemplo, con el empleo de siglas y acrónimos (OTAN se pronunciará «otan» y no «Organización del Tratado del Atlántico Norte», a menos que la escribamos en esta última forma literal).
¿Ventajas de las abreviaturas informales?
Durante largo tiempo se pensó que utilizar formas como «a k hr t vns?», en lugar de «¿a qué hora te vienes?», en los SMS o chats, propiciaba la aceptación de la escritura incorrecta y con faltas. Pero actualmente muchos expertos no están de acuerdo: «Si el receptor es capaz de comprender la abreviatura, significa que sabe la palabra correcta a la que hace referencia», afirman.
En otras palabras, aunque empleemos esas formas en los chats, SMS o redes sociales, es raro que luego las usemos por error en un texto formal. Ya sabes las ventajas e inconvenientes de las abreviaturas. Te recomendamos que las uses, pero sin abusar.