Cuando una empresa vende sus productos en el extranjero, la traducción de etiquetas es uno de los procesos más delicados que ha de realizar. Dado que contiene información sensible, esta labor conviene que siempre la dejes en manos de profesionales. Te explicamos a continuación toda la complejidad que hay alrededor de esta fase.
Aspectos a valorar en la traducción de etiquetas
El etiquetado varía de un sector a otro. Por lo general, los elementos agroalimentarios tienen un etiquetado más extenso, puesto que incluyen más información. En el sector de la moda, por contraposición, el etiquetado suele centrarse en detallar la composición del artículo, así como en los farmacológicos. Sin embargo, hay una serie de aspectos en común que mantienen todas las etiquetas:
- El nombre del producto. Es decir, informar de qué se está vendiendo.
- Su composición y sus alérgenos. Esto es fundamental para que cualquier persona pueda saber qué está adquiriendo. De esta manera, lo hará con mayor seguridad y confianza, por si fuese sensible a algún componente.
- La forma de almacenarlo y conservarlo. Siempre habrá productos más delicados que otros. Los dispositivos tecnológicos o los alimentarios necesitarán que los guardes en un lugar seco. Para que no se contaminen ni estropeen, tendrás que señalar correctamente en la etiqueta dónde guardarlos, cuándo emplearlos y de qué forma almacenarlos para prolongar su vida útil.
- La fecha preferente de consumo. Si se tratase de una compra perecedera.
- El país de procedencia. Donde se explique el lugar de fabricación.
- Las instrucciones pertinentes para su preparación o uso si fuesen necesarias.
Las instrucciones, uno de los elementos más importantes en las etiquetas
Hay ciertos artículos que no requieren de tanto etiquetado, como por ejemplo, un pequeño folleto o manual con instrucciones. Es el supuesto de los medicamentos u otros géneros de farmacia. En gran medida, las etiquetas de estos artículos seguirán las mismas pautas que en el caso de los alimentos, solo que con mayor precisión, ya que los medicamentos suelen tener contraindicaciones. Esto es lo que habrá que señalar:
- Composición. Que quede perfectamente reflejado cada uno de sus ingredientes.
- El método de uso. Indicando frecuencias de uso, tomas, preparado o la manera de ingerir el medicamento.
- Conservación, contraindicaciones y fecha de caducidad para que ningún usuario lo llegue a consumir en mal estado.
¿Por qué cuidar la traducción con profesionales?
La etiqueta contiene una información clave que tanto expertos como usuarios finales han de entender. Esto pasa por realizar traducciones con total exactitud y acierto en cada uno de los términos empleados, sin que se dé pie a interpretaciones o malentendidos. En este contexto, disponer de traductores nativos y agencias profesionales es indispensable para ahorrarte posibles complicaciones legales o comerciales.
Con todo, la traducción de etiquetas es una de las tareas más sensibles que hay que llevar a cabo de un artículo. De esta manera, das a conocer a los usuarios, en detalle, su composición, conservación, formas de uso y montaje, entre otros datos de interés. ¿Necesitas ayuda en este sentido? No lo dudes. ¡Cuenta con blarlo!