El concepto de turismo sostenible no deja de ganar relevancia, especialmente en un país tan visitado como España. Aquí, algunas ciudades y zonas están experimentando un proceso de gentrificación que puede dificultar, y mucho, la vida de los propios habitantes. Por eso, ha llegado el momento repensar el modelo turístico que se va a defender. Si tu negocio trabaja en este sector, es probable que te interese lo que vamos a contar a continuación.
¿Cómo se hace sostenible el turismo?
Para entender este concepto podemos primero pensar en algunos ejemplos de puntos con gran afluencia durante todo el año. Los parques nacionales pueden ser una buena muestra de estos sitios. El principal reto que tienen espacios así es su conservación. El objetivo es que la gente vaya a conocerlos, pero al mismo tiempo, que dichas visitas no tengan un impacto en su ecosistema ni en la naturaleza.
Esto puede ir más allá. Si piensas en patrimonio cultural como el que supone la Catedral de Santiago, o en ciudades con visitas masivas, como Barcelona, puedes entender que un turismo desenfrenado afecta en otros planos a las zonas visitadas. En el primer caso, puede estropear el patrimonio de la ciudad y sus monumentos. En el segundo caso, puede poner en riesgo el modelo de vida de los habitantes de la ciudad.
Pues, básicamente, a eso nos referimos con hacer sostenible el turismo. La idea de fondo es que se pueda combinar que una zona sea un destino vacacional adecuado, sin por ello dañar su ecosistema o medioambiente, ni deteriorar su patrimonio cultural ni afectar a las condiciones de vida de sus habitantes.
Ahora bien, ¿qué planes hay para alcanzar estas cotas de respeto y funcionalidad?
Acciones que persigue este tipo de turismo
Lo primero de todo pasa por entender una idea clave: hacer algo sostenible no significa retirarle su rédito económico. Obviamente, la idea es que un lugar pueda mantener su esencia y su naturaleza pero que, al mismo tiempo, pueda ser un destino turístico en el que negocios locales ofrezcan sus servicios a los visitantes.
Estos son los objetivos que se tratan de alcanzar con este modelo:
- Que la riqueza vaya a lo local. Es decir, que sean los habitantes de una zona quienes realmente se vayan a beneficiar del turismo, y no empresas externas o multinacionales. Que los turistas coman en los restaurantes de la zona, compren en las tiendas de la ciudad…
- Equidad en la distribución. Si piensas en un destino masificado, es probable que el dueño del hotel gane mucho, pero los vecinos que tienen que aguantar ruidos todo el día no ganen nada. Pues bien, por equidad nos referimos a que haya algún tipo de reparación o repartición de los bienes obtenidos entre todos los residentes.
- Que se genere empleo de calidad. El problema endémico del turismo en España es que genera empleo, sí, pero temporal. Y no siempre demasiado bien pagado. Con un modelo sostenible lo que se busca es, precisamente, lo contrario. Contratos de larga duración y sueldos decentes que mejoren la calidad de vida de los trabajadores.
- Control local. Que las decisiones referentes al turismo pasen, en última instancia, por la decisión que tomen los propios habitantes de un lugar. Al fin y al cabo, serán los principales afectados.
- Bienestar de la comunidad y del visitante. Finalmente, no hay que obviar algo tan evidente como que el turista tiene que disfrutar de su viaje. Ahora bien, sin causar molestias a los residentes del lugar. De esta manera, ambas partes saldrán ganando de esta experiencia.
Ejemplos de turismo sostenible en España
¿Se han dado ya experimentos de este tipo en nuestro país? Vamos a ver algunos casos en los que ya se ha revelado como un modelo más que viable.
- El turismo rural en Asturias. Esta comunidad es la campeona en ofrecer modelos turísticos que destacan por su sostenibilidad, por lo menos dentro de los pueblos. Ofrecen rutas y cientos de actividades en la naturaleza guiadas por los propios habitantes.
- Casas rurales en Valencia. Una comunidad tan congestionada está consiguiendo aumentar el flujo turístico a sus pueblos y hacerlo de una forma más sostenible aprovechando sus casas rurales. Así se puede apreciar la enorme belleza paisajística de la zona, descongestionar los puntos más céntricos y ofrecer trabajo a la población local.
- Ecoturismo en Málaga. Fuera de la capital, hay muchas zonas donde van ciclistas, excursionistas o aficionados a la naturaleza. Disfrutan de rutas únicas a la par que cuidan el medioambiente.
En definitiva, el turismo sostenible ya está instalado en muchas partes de España. Por lo tanto, es algo que tienes que integrar en la mentalidad de tu empresa para adaptarte correctamente a las nuevas exigencias. Recuerda que, si quieres atraer turistas que hablen otros idiomas, en blarlo podemos ayudarte. ¡Solo tienes que contactar con nosotros!