Hay determinados encargos de traducción para los que necesitas un traductor profesional. Algunos formatos recomiendan contratar a especialistas por tener que realizar tareas técnicas como la localización. Sin embargo, otros formatos lo exigen por imperativo legal. Es el caso de la traducción jurada.
Qué es una traducción jurada
En cualquier ordenamiento jurídico, uno de los requisitos que se exigen a un documento para que surta efectos legales es que esté traducido a alguna de las lenguas oficiales de la región. Aunque esto es especialmente importante con los documentos públicos, lo cierto es que se extiende a los documentos privados cuando deben hacerse valer en los Tribunales.
Traducción de documentos privados
Un documento privado es aquél que se formaliza entre particulares, sin que intervenga ninguna autoridad pública. Los ejemplos más típicos son los contratos, estatutos, pactos y convenios. Estos documentos tienen fuerza vinculante entre las partes, por lo que redactarlos en el idioma que quieras es de gran importancia.
Sin embargo, hay dos aspectos en los que pueden resultar útiles los servicios de traducción.
1. Si cada una de las partes tenéis un idioma materno, lo idóneo es que el documento se traduzca, a fin de evitar errores en la interpretación de sus términos.
2. Si surge una controversia y debéis acudir a los Tribunales, éstos exigirán que el documento esté traducido a la lengua oficial de la plaza.
Traducción de documentos públicos
En este caso, la traducción cobra una redoblada importancia. A fin de cuentas, cuando quieres hacer valer un contrato lo haces frente a tu contraparte. Sin embargo, los documentos públicos tienden a buscar la eficacia general.
De modo que todo ordenamiento jurídico exigirá que el documento público expedido en otro idioma esté convenientemente traducido, antes de darle efectos jurídicos.
El documento público es aquel que cobra validez por haber intervenido en su validación una autoridad pública. Gracias a ello, despliega ciertos efectos jurídicos, como la presunción de certeza. Como ejemplos están los certificados de nacimiento, filiación o matrimonio.

Servicios de traducción jurada
Este tipo de traducciones a las que nos referimos, reciben el nombre de traducción oficial o traducción jurada. Y ello porque el traductor debe estar convenientemente habilitado y responde de la fidelidad de su traducción.
En consecuencia, el traductor tendrá que conocer las instituciones jurídicas básicas del Estado para el que traduce, además de tener un profundo conocimiento de los idiomas de origen y destino. Por ello, muchas agencias de traducción especializan secciones para dedicarlas a la traducción oficial.
Conclusión: por qué contratar a un traductor profesional
En resumen, cada vez que necesites que un documento tenga validez en el extranjero, la única traducción que te servirá será la de un traductor jurado. Si te quieres casar en Marruecos o quieres divorciarte de tu marido sueco, en el Registro Civil van a pedirte la traducción jurada de la documentación correspondiente.
Por eso, a la hora de realizar este tipo de encargos, contar con un traductor profesional y debidamente habilitado no solo es altamente recomendable, sino también legalmente imperativo. En blarlo nos hemos especializado en estas funciones y podemos ofrecerte traducciones que cumplan con las exigencias legales.
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