El poder de las palabras va mucho más allá de las emociones y recuerdos que transmiten, son un escudo para el cerebro.
Las personas que dominan varios idiomas muestran una mayor concentración y usan el cerebro de una forma más eficaz.

Aprender un nuevo idioma ayuda a evitar el alzhéimer
El alzhéimer es una enfermedad neurodegenerativa incurable que suele diagnosticarse en personas mayores de 65 años. Sus síntomas son muy reconocibles: pérdida de memoria y deterioro de partes del cerebro al morir las neuronas.
El impacto del alzhéimer en la sociedad actual es galopante. La OMS calculó que alrededor de 46,8 millones de personas sufrían demencia en todo el mundo en 2015 y la causa principal era el alzhéimer. Incluso en 2050 puede llegar a triplicarse.
¿Cómo plantarle cara a esta enfermedad de momento indestructible? Muy sencillo: ejercitar y mantener activo el cerebro, la gimnasia mental más eficiente son los idiomas.
Numerosos estudios como los llevados a cabo por científicos italianos en el hospital de San Raffaele de Milán o en la Universidad de York en Toronto han demostrado que las personas que hablan dos lenguas o más consiguen disminuir los daños que provoca el alzhéimer.
Uno de los últimos estudios publicados en la revista Neurology ha confirmado que aquellas personas que desde niños o en la edad adulta manejan varios idiomas consiguen retrasar la enfermedad entre 4 o 5 años.
Hablar más de un idioma genera una gran reserva cerebral pero no solo influye el hecho de dominar varias lenguas sino el uso que se haga de estas. Cuanto más se practiquen, mayor será la protección que proporcionan al cerebro.
Nunca es demasiado tarde para aprender
El bilingüismo supone un potente mecanismo de protección ya que provoca que el cerebro permanezca activo tanto para las personas que aprendieron varios idiomas siendo niños como para quienes los aprenden en su madurez. La cuestión es ejercitar el músculo más importante de nuestro cuerpo, el cerebro.
No importa la edad que tengas, siempre es el momento perfecto para lanzarte a aprender algo nuevo y más si se trata de un idioma. No solo te va a ayudar a comunicarte con otras personas, a viajar o incluso en tu trabajo sino que es la mejor defensa que puedes darle a tu cerebro.
¿Te animas a practicar? Cuéntanos cuáles son los idiomas que dominas o que te gustaría aprender, recuerda que nunca es tarde.
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